Mi "táctica" está siendo buscar libros que le resulten atractivos y en los que pueda mantener la atención más de quince minutos.
Hace poco y por casualidad descubrimos una serie titulada "Pesadillas" escritas por R.L. Stine, un autor estadounidense al que han apodado el Stephen King infantil. Son novelas de unas 140 páginas en formato agradable de leer, letras grandes y portadas llamativas. La cosa es que mantienen la atención de los chavales y de eso se trata. Estos de arriba los cogimos en la biblioteca hace poco.
Mientras miraba en las estanterías de los libros juveniles, vi una serie que yo leía de pequeña y que me encantaba: " Los Siete Secretos" de Enid Blyton. No sé por qué, Los Cinco no me gustaban ni ver, sin embargo estos me flipaban (hasta hice un club secreto con las vecinas de mi bloque, pero eso es otra historia). El caso es que cogí uno, así como con disimulo, como si fuera para el niño.... Bueno, en realidad lo era, pero tengo que decir que no le prestó la menor atención.
Confieso sin rubor que me lo leí. ¡Ay! madre mía, cuántos recuerdos, la limonada, las galletitas de jengibre, las contraseñas, las insignias, el cobertizo, el perro dando la lata...
Y esos dibujos de niños sonrientes. Aunque ahora que lo pienso, se parecen un poco a las juventudes hitlerianas, ¿no?
¡Cómo cambian los gustos! Se lo comencé a leer al peque y le aburrió soberanamente. Pero yo pasé un rato entrañable, despertando recuerdos y con una medio sonrisa de boba en la cara.
Hasta pronto.
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