31 octubre 2012

Halloween para novatos


¡Hola a todo el mundo! Hoy el día prometía ser muy "dulce".  Supongo que os imagináis la razón...  Halloween es una fiesta un tanto novedosa por aquí, hace muy pocos años que se celebra, y hasta lo que yo veo se reduce a una masiva recolección de caramelos, a inventar algún disfraz de zombie o similar y a que algunos bares intenten atraer más clientes prometiendo una consumición gratis al que vaya disfrazado.


Ayer por la tarde estuvimos haciendo acopio de caramelos y alguna que otra chuche.  Todo cosas envueltas, porque da un poco de asquito cuando a los críos les dan gominolas sueltas o cualquier otro tipo de cosa comestible sin envolver.  Al llegar a casa se entretuvo un rato llenando la calabaza.  Hace un par de años compramos una calabaza natural, y mi marido la vació y le hizo la típica cara.  Quedó preciosa, pero como casi se lleva un dedo, este año no ha querido oir ni hablar del tema.  Así que nos hemos tenido que conformar con esta de plástico.


Por la noche, el peque me dejó una nota apuntada en el frigorífico por si acaso...

Claro, poner telarañas se refiere a la decoración.  Este año hemos incluido algún otro accesorio comprado, porque la verdad nos ha faltado tiempo para hacer manualidades.  El murciélago lo hicimos nosotros el año pasado, aunque al pobre le quedó la cara un poco mustia.


Esta tarde mientras yo me relamía pensando que tenemos cuatro días de fiesta por delante, el chico ha salido con sus amigos a pedir caramelos.  Aunque ha vuelto un poco más tarde de la hora convenida, este ha sido el dulce botín conseguido.  Tenemos caramelos para varios meses.


Eso después de hacer la selección de los que pasaban el "control de calidad".  Lo digo porque siempre caen caramelos de alguna caja de ahorros que ya no existe, o alguno más duro que la piedra, o incluso alguno sin envoltorio.
Tengo la sensación de ser novata en esto de celebrar Halloween, pero reconozco que es una fiesta que me gusta.  Esta noche creo que tiene algo de especial, y sobre todo hoy, que si os asomáis por la ventana veréis una luna llena reluciente y maravillosa.
Espero que paséis una buena noche de Halloween.
Hasta pronto.

28 octubre 2012

Es otoño cuando ...

Tuvimos amaneceres nublosos y tardes soleadas la semana pasada.   Mucha agua y ráfagas de viento que se colaba por las rendijas.  Ya llegó.  No hay vuelta atrás.  Lo tengo claro cuando nos ponemos las medias.


Cuando los crisantemos empiezan a despertar recordándonos a quién hay que recordar dentro de poco.


Cuando las abelias se empiezan a adormecer.


Cuando disfrutamos de una infusión caliente.


Cuando acabamos de ver las primeras nieves en las montañas cercanas, cuando hemos encendido la calefacción notando enseguida el calorcito flotando a nuestro alrededor, cuando levantas la persiana a las ocho y ya es de día, cuando el color ocre va ganando terreno al verde, cuando disfrutamos el tiempo de estudio mientras afuera diluvia.



Cuando el color naranja invade nuestras rutinas.


Ahora es cuando ya no hay vuelta atrás.  Llegó el otoño.
Hasta pronto.

21 octubre 2012

¡Llegó el circo!



En un pueblo pequeño no suelen suceder demasiados acontecimientos, así que cuando cada año llega el circo, corremos a verlo el peque y yo.  Suele ser un circo francés, y no estoy segura pero creo que fueron los mismos del año pasado.


Siempre me impresiona la vida nómada que llevan estas personas, viajando de un lugar a otro, representando sus espectáculos, a merced de la climatología.  Porque somos así de falsos, si llueve parece que nos vamos a encoger y no salimos de casa ni a por el pan.


Sin embargo ellos deben ser fuertes y luchadores.  Desde la comodidad de nuestra casa calentita y a resguardo de la lluvia o del frío, estas cosas no nos preocupan demasiado, a no ser que seamos agricultores o tengamos una celebración o una salida al campo con la familia.  Ellos tuvieron suerte, el sol les acompañó los días que estuvieron, aunque poco después han llegado las lluvias.


Intenté convencer al peque para ir los dos a ver la función de las 19 h, pero no quiso, y eso que le insistí.  No es que a mí me entusiasme el circo, pero los precios no eran demasiado caros y no me hubiese importado aportar mi granito de arena para que espectáculos como estos sigan llevando la ilusión a los pueblos. 


Traían consigo animales diversos, como serpientes, caballos, llamas, cabras, un dromedario...



Los dejan pastando en un pequeño descampado que hay cerca de donde colocan el circo.  La gente se acerca a verlos y los niños se emocionan de verdad.  Hay que tener cuidado con las llamas porque si te acercas demasiado te escupen y no es muy agradable que digamos.


Estuvieron solo dos días, porque un pueblito supongo que no da para más, así que solo me queda desearles una feliz taquilla donde quiera que vayan,  que sigan alegrando las caritas de tantos niños y que el negocio siga adelante a pesar de los momentos difíciles que nos toca vivir a todos.
Hasta pronto.

19 octubre 2012

En el fondo del armario

¿Es posible que los días pasen tan deprisa? Hemos liquidado más de medio mes y dentro de nada estaremos en noviembre.  El curso escolar ya ha cogido buena marcha, después de un mes de septiembre en el que todo suele estar patas arriba.


En casa también estoy intentando imponer buen ritmo.  Una de las tareas pendientes era la de transplantar los nomeolvides azules a un tiesto. ¿Recordáis lo pequeñitas que eran? Pues mirad cómo han crecido. Espero no haberlas chafado con el cambio, porque hay plantas que son muy "señoritas".  Si todo transcurre según lo previsto tendré unas bonitas flores azules en un bonito tiesto azul.


También me he dedicado a hacer limpieza a fondo del cuarto del peque.  Eso incluye sacar montañas de juguetes que ya no se usan y apartarlos para donar en la campaña de Navidad.  Cuando me entra la vena de deshacerme de cosas suele ser peligroso.  Llené una bolsa con montones de muñequitos y animales de plástico, pero al día siguiente me fijé en una ovejita que me miraba con ojos tristones y decidí rescatarla junto con otros amiguitos. Ahora coronan una colección antigua de cómics de Tintín.


En el fondo de otro armario me topé con mi vieja máquina de escribir.  Mis padres me la regalaron cuando cumplí trece años y con ella hice algunos trabajos de la EGB.

 

Al peque se le pusieron los ojos como platos cuando vio el artilugio, hasta el punto que se la ha llevado a su cuarto y allí pasa entretenido algunos ratos redactando su "diario".  ¿No es bonito escuchar de fondo el teclear de una máquina de escribir? Es como viajar hacia atrás en el tiempo.  Me recuerda a aquellas enormes gestorías de los años 70 en las que ese sonido era constante.  De pequeña mi padre solía llevarme cuando tenía que hacer algún papeleo y para mí era como entrar en otro mundo.
Cuando el peque empezó a teclear, me preguntó: "¡ama, cómo se borra! Jajajaja... qué gracia hijo.  Aquí no hay vuelta atrás." Pobrico él, la tecla de borrado no existe, buen pegote de Tipex y a correr.

 

Aunque no todo ha sido trabajar claro.  Después de comer y recoger la cocina, suelo ponerme en el ordenador un rato, aunque hay un momento del día que también disfruto mucho y es después de cenar, cuando me pongo un café cortado y empiezo a revolver periódicos hasta que encuentro algún sudoku sin hacer.  Si son fáciles los acabo enseguida, pero éste en concreto era de los puñeteros.


También he tenido tiempo para hacer un poco el ganso.  "¿Dónde vas con el Scrabble? Calla, que son cosas mías". A que vosotras amigas blogueras me entendéis.  Pues claro.


Espero que paséis un buen fin de semana aunque necesitemos paraguas.
Hasta pronto.

17 octubre 2012

Máscara casera de Saw

Queda menos para Halloween y  poco a poco esta celebración va calando sobre todo entre los más pequeños.   A muchos niños les atrae todo ese mundo misterioso de esqueletos, vampiros, bichos asquerosos y monstruos.   Donde vivimos,  hay un grupo de niños que a eso de las ocho, salen disfrazados pidiendo caramelos diciendo aquello de "Truco o trato" y la verdad que se lo pasan pipa.  A mí me encanta decorar la entrada con telarañas, bichos colgando, calabazas con velas, y todo eso.


Bueno voy al grano.  Esta máscara la hice para Carnaval de este año porque al peque le prometí un disfraz de lo que quisiera (el tema es que otros años lo dejo todo para el final y se tiene que disfrazar con lo primero que pilla), y eligió un "simpático personaje" como Saw (no sé si habréis visto alguna peli, pero ya os aviso que son repugnantes; solo con las fotos que tuve que buscar en internet ya me puse mala).
Saqué fotos del proceso así que aquí os explico un poco por encima cómo lo hice.  Antes de empezar os aconsejo tener delante una foto del susodicho (si tecleáis Saw en Google Imágenes os salen muchas)


 1º.- Inflamos un globo que ocupe como la cabeza del niño.  Con la ayuda de un pincel se van pegando trocitos de papel de periódico mojados en una pasta de cola blanca y agua a partes iguales hasta completar una parte que ocupe más o menos la cara.  Se dan tres capas dejando secar bien entre una y otra.

Cuando esté bien seca pinchamos el globo y lo quitamos.  Calculamos los orificios de los ojos, la nariz y la boca señalando con un lápiz y los cortamos. De un cartón de cereales, cortamos  un rectángulo que pondremos a modo de nariz sujetándolo con cinta de carrocero.  Hacemos dos bolas con papel de cocina y también los pegamos en los mofletes. Con otros dos trozos de papel de cocina se da forma a la barbilla que tiene una forma muy característica. También hay que poner la forma de los labios con papel de cocina.

Una vez que está como en la foto, hay que poner dos o tres capas más de periódico con la pasta para que quede uniforme.


2º.- Cuando esté bien seca pasaremos a pintarla de blanco.  Yo utilicé témperas blancas, pero tuve que dar varias capas, así que no sé si es la pintura más apropiada.  Ahora debéis buscar algo esférico de plástico o dos medias esferas para hacer las órbitas de los ojos.  Yo aproveché unas gafas de los Lunis, les quité la montura, abrí más la zona de las pupilas y las pinté de rojo.  El borde del iris va en negro.



3º.- Esta foto es un moco, pero es para que se vea cómo va quedando.  Coloqué los ojos desde la parte de atrás.  Puse plastilina negra alrededor tanto por fuera como por dentro para sujetarlos bien. (Os aconsejo que vayáis probando la máscara no vaya a ser que los ojos le queden a la altura de la frente y la boca le asome por la nariz como me pasó a mí)


4º.- Ahora viene la parte más artística.  Fijaos bien en la foto modelo que escojáis.  Para hacer las espirales de los mofletes primero practiqué en un folio y luego las marqué a lápiz en la máscara para ir repasando con un pincel y témpera roja.  Pintáis la boca también de rojo.  Yo le di un gesto algo más amable para que no asustase tanto.  Luego resaltáis algunas zonas con sombra negra, como la barbilla doble, alrededor de los ojos y en la frente.

Después de tener la máscara hecha, le ponemos una goma a modo de careta haciéndole dos agujeritos en los laterales.  También compré lo siguiente.
- Una peluca negra en los chinos.
- Una pajarita roja.
- Una americana negra ( de rebajas en el Kiaby, con una oferta de esas de lleva 4 y paga 2 o algo así, esta era una talla S de mujer y me salió casi gratis).


Este fue el resultado.  Me quedó un poco chato, pero para ser la primera que hago no está mal.  De todos modos la tengo guardada a buen recaudo, no se le vaya a ocurrir un día hacerme una bromita y me dé un infarto fulminante.
Espero que os haya servido de inspiración para este Halloween o para los carnavales de 2013.
Hasta pronto.

14 octubre 2012

Largo fin de semana

¡Hola a todo el mundo! Estos días están siendo algo ajetreados, pero haga lo que haga, siempre tengo el blog en mente, pensando en las cosas que me gustaría compartir con vosotras.  Me encanta captar con mi cámara pequeños momentos de nuestra vida cotidiana, porque incluso a mí me sorprenden después.  Siempre descubro algo nuevo, o encuentro una perspectiva diferente en las cosas de todos los días.

 

El viernes preparamos una comida especial, no por celebrar nada en concreto, sino que siendo festivo, parece que no apetece comer lo de todos los días.  De primero una ensalada de tomate con queso de cabra y nueces. Gorrín asado con lechuga y patatas fritas de segundo.  Para beber sangría de cava que solemos preparar en verano porque entra fresquita y rica.  Esta ha sido la última de la temporada. 


Una tarde nos acercamos al Parque de Yamaguchi en Pamplona.  Es un parque inspirado en la jardinería japonesa y como Pamplona está hermanada con la ciudad de Yamaguchi, por eso le pusieron el nombre. También está cerca del Planetario, así que es un plan perfecto para un sábado a la tarde. 


Allí al fondo dormitaban los patos.  Creo que preferían estar echando la siesta, la tarde era un poco fresca para las temperaturas que han hecho últimamente.


Allí donde haya columpios, tenemos que parar un rato.  Es increíble lo que les gusta a los chavales trepar y colgarse de todos estos artilugios.


Incluso puedes "conducir" tu propio tren.  Son tan bonitos y coloridos que no me extraña que luego cueste arrancarlos de allí.

 
También hubo tiempo para comer un chupa-chups.

 
Jugar una partida al Trivial versión Disney.


Y tomar una cena ligera antes de ver un rato la tele acurrucados en el sofá.  Si es víspera de fiesta y no hay que madrugar, solemos ir a dormir a eso de las 11/11:30 h, y estamos más o menos media hora leyendo en la cama hasta que los párpados pueden más que nosotros.


Normalmente el peque cae antes que yo, pero no sería la primera vez que me rindo por completo al sueño, hasta que noto una mano que me golpea el hombro, diciendo: "¡Venga ama, acompáñame a dormir!".
Espero que también hayáis pasado un fin de semana estupendo.
Hasta pronto.

10 octubre 2012

¿Planchas?


Hace tiempo que vengo observando que mucha gente ha dejado de planchar.  Alguna amiga que otra, una cuñada, alguna compañera de curso, (lo siento pero no conozco ningún hombre que planche) coinciden en la decisión de haber dejado de planchar.  Alegan sobre todo falta de tiempo, y que con "estirar" un poco la ropa es suficiente.  Es una opción aceptable, sobre todo con algunos tejidos sintéticos que quedan fenomenal solamente con doblar las prendas,  pero yo reconozco que soy de la vieja escuela.  Para mí es un acto que forma parte de la rutina semanal. 


Me gusta la preparación previa, el despejar la mesa de la cocina, poner la manta y la tela blanca encima.  Agrupo el trabajo de forma individual, es decir, lo del niño por un lado, lo de mi marido por otro y lo mío por otro.  Lo de poner la manta y la tela blanca encima lo heredé de mi madre, aunque supongo que las madres de antes planchaban así.  Por cierto, hace unos meses, fui a Pamplona a hacer unos recados y me hizo gracia ver en una tienda de la calle San Antón un letrero en el que decía que vendían "mantas para plancha", (si no me equivoco el precio era de 8 €  pero bueno, no lo recuerdo bien), así que por lo visto todavía hay "carcas" que seguimos a vueltas con la mantita. 


Generalmente planchar me relaja, menos cuando tengo que planchar algunos pantalones de mi querido marido que tienen que llevar raya en medio por imperativo legal.  ¡Ostras, eso es lo que más me cuesta! No hace mucho el pobre se fue a trabajar con dos rayas en cada pierna....(ejem....corramos un tupido velo)  pero bueno, al margen de estas pequeñas anécdotas, me gusta el olor que desprende la ropa al planchar, el tacto que va adquiriendo, ver el orden en que van quedando las prendas.   Es como un ritual, la radio y la plancha. 
Y tú, ¿planchas o estiras?
Hasta pronto.

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