Veintisiete grados

Venga quejarnos de la lluvia y del frío que hacía en pleno mes de mayo y ahora llega el calor de repente.  Cierto que hemos tenido agua para ahogarnos y ganas de ver el sol, pero tan de sopetón, pues no.
He llegado de trabajar a las tres y cuarto, y después de comer he recogido la cocina, he hecho las camas y le he preparado la merienda al peque, que hoy al ser miércoles sale antes.

  Ayer tuve más tiempo y aproveché unas fresas que quedaron e hice tres batidos.

Luego he salido un momento al jardín y era tan hermosa la luz en el romero que no me he podido resistir a hacerle una foto.  Ha florecido mucho más desde la última vez.

También está precioso un cactus que compramos el año pasado.  Dentro de su sobriedad también es hermoso.  Espero que ahora que empieza el buen tiempo se encuentre más agusto porque tanta agua me parece no le ha gustado mucho.

Y para acabar una imagen del puzzle que estamos haciendo ahora.  Lo compramos hace poco pero ya va muy avanzado (no por mi parte).  Lo malo que ocupa casi toda la mesa del salón.

Estas son las imágenes que siguen en mi retina y que he estado encantada de compartir con vosotros.
Hasta pronto.