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Llego con un poco de retraso a mi cita de los domingos, pero aquí estoy, ojerosa y a falta de horas de sueño.  He estado tres días en Madrid por un asunto familiar, y regreso con un sabor agridulce.  Feliz por haber podido servir de ayuda aunque sea momentáneamente, y algo triste porque mi querida tía, que pasa ya de los noventa años, se fracturó la cadera y su mente ahora se pasea entre esa sutil frontera que hay entre lo real y lo que creemos que es real.  Nuestro cerebro es una cosa impresionante, él es quien nos guía.  No son los ojos los que deciden lo que ven, es él quien lo decide. Entonces, ¿qué es real? ¿lo que tu cerebro dice que ven tus ojos? ¿o los recuerdos que él recrea en tu mente haciéndote creer que eso es lo que estás viendo?  Me gustaría poder reflexionar algo más sobre estos temas, pero la casa está hecha un asco, tengo que poner un par de lavadoras, hacer la comida, arreglar el jardín, mirar mis correos, lavarme el pelo, hacer el cambio de ropa de temporada, ir de compras con el peque (¿por qué crece tanto?????), sufrir con los 30º que estamos teniendo,... así que me temo que voy a tener que dedicarme a asuntos mucho más terrenales que filosóficos, en fin, cosas que me hacen volver a mi "realidad". ¡Ay.. qué buena filósofa se ha perdido el mundo, jajaja....!

Os deseo una feliz semana.