Cinco días ya sin el peque en casa. Quiero imaginarlo jugando, corriendo, haciendo amigos, riendo, cayendo rendido a la noche. Aquí la normalidad volvió a casa el lunes. Nuestras obligaciones laborales comenzaron ya, y si soy sincera, se siente cierta sensación de libertad, cuando uno llega a casa y puede lanzar la ropa y los zapatos lejos, darse una ducha y dejarse caer en el sofá sin otra obligación que la de descansar.
A ratos me dedico a zanganear por la casa. Paso más tiempo en el jardín, siempre y cuando el calor no sea excesivo. Cuando esto ocurre, voy mirando por los rincones, imaginando alguna composición nueva para poner en la mesa del comedor. Corto unas hortensias y las voy repartiendo. Estas ramitas de lavanda me las trajo el peque hace una semana, "cogidas prestadas" de camino a la panadería. Todavía huelen de maravilla aunque su color se vaya apagando.
Luego lo cambio todo de sitio y vuelta a empezar. Ahora en la repisa del aparador. De momento ahí se han quedado.
Una de las cosas que más estoy haciendo ahora es punto de cruz. Dejé mi labor algo abandonada cuando nos fuimos de vacaciones, y ahora la he retomado con gusto. Puedo estar dos horas cosiendo mientras escucho la radio o pongo la televisión de fondo. Estoy muy contenta de cómo está quedando. Ahora viene lo más complicado porque toda la parte inferior la componen diferentes objetos con muchos cambios de color entremezclados.
Las comidas estos días son básicamente ensaladas completas de primero y un segundo ligero. Esta la he preparado hoy. Son platos totalmente improvisados, yo voy echando cosas según se me va ocurriendo. Aquí mezclé tomate, patata cocida, un par de salchichas, lechuga, queso emental, nueces, un poco de cebolla y buen chorro de aceite de oliva.
Así que la mejor manera de "completar" calorías es comprar un poco de bollería para merendar y volver a casa con la bolsita en la mano, mientras tus glándulas salivares empiezan a funcionar y no ves el momento de hincarle el diente. Este bollo aquí se conoce como "trenza". Es una especie de hojaldre muy jugoso, trenzado y cubierto con una capa dulce y almendrada, mmmm.... estaba de muerte.
Tengo pendiente aún hacer una limpieza a fondo del cuarto del peque, que incluya ordenar armarios, juguetes, libros, retirar ropa pequeña, lavar las cortinas, en fin, seguro que sabéis de qué os hablo. El cuarto sigue igual que cuando se fue (sí, sé que debería haberlo limpiado antes, me declaro culpable). Sobre su escritorio, los restos de las últimas chucherías. Un dispensador de m&m (es curioso que el día anterior a su marcha, quedaban muchos más caramelos que ahora, uhmmmm.....), un muñeco de la peli que tenemos pendiente de ver (
Gru 2, mi villano favorito) y un libro muy interesante que tiene que ir rellenando con respuestas y dibujos. Creo que será un bonito recuerdo para cuando sea mayor.
De las cosas que he encontrado en el suelo ha sido esta "guitarra" de dos cuerdas hecha con una caja de galletas de cartón. Estuvo dándome la turrada con su guitarra durante varios días, preguntándome si tenía más gomas y reconozco ahora con cierta culpa que no le presté demasiada atención, ni siquiera me preocupé en preguntarle cómo la había hecho. Es ahora cuando me estoy fijando en los pequeños detalles de la guitarra; me propongo a partir de ahora hacer más caso a las cosas que construye.
Había en la memoria de la cámara una foto que no recordaba haberle hecho. Fue hace poco, mientras pasaba a limpio un boceto del dibujo de un pitufo que había hecho él, para enviar a un concurso de una de sus revistas favoritas. Ya está enviado, así que ojalá que tenga suerte.
He oído que las flores siempre deben ir en número impar, no conozco la razón, quizás sean supersticiones, pero por si acaso, he cortado tres hortensias. Me encanta poner un jarroncito en la mesa de la cocina, cuando todo está limpio y recogido. Los pequeños placeres del día a día que hacen que merezca la pena dedicar unos minutos a repartir un poco de belleza en la casa.
Nos vemos pronto.
Un abrazo.
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Quiero agradecer a Outonia del blog "Hygge life" las palabras que me ha dedicado en su entrada del día 16. Es una gran alegría que te digan que lo que haces gusta a alguien. Intento poner un poco de corazón en todo lo que hago, y con esa misma filosofía te agradezo el premio. Un beso guapa.