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Luz y color por donde quiera que miro.  La primavera estalla de repente y cualquier paseo se convierte en un espectáculo increíble.  El colorido despierta los sentidos llenando de alegría nuestro interior después de tanto tiempo de lluvias y cielos grises.  Las temperaturas ya son más agradables y cuando menos lo esperemos andaremos con sandalias.  Esta semana he trabajado duro en mi jardín, escarificando (me ha salido un hermoso callo en la palma de la mano además de agujetas en los hombros), quitando malas hierbas, añadiendo compost y sobre todo intentando aclararme sobre qué quiero hacer.  Mirar en internet a veces me desespera porque veo cosas preciosas pero que no se ajustan a lo que necesito.  Todavía no he plantado las semillas de flores silvestres, primero quiero esparcir una capa de tierra con fibra de coco para que quede un colchón más esponjoso.  De momento me conformo con disfrutar de los jardines públicos, con sus narcisos, tulipanes, pensamientos y demás hermosas flores.  Mañana los chicos vuelven a la escuela, después de once días de vacaciones, así que imagino que al peque no le sentará nada bien eso de volver a madrugar.

Os deseo una feliz semana.