Hace unos días se nos ocurrió ir de excursión a Roncesvalles, a menos de una hora en coche. De aquí parte la segunda etapa del Camino de Santiago francés. Visitamos la Colegiata, el Museo, la tumba de Sancho el Fuerte, una capilla gótica, el silo de Carlomagno (donde se están desenterrando esqueletos de soldados de la guerra de la independencia de principios del siglo XIX, y donde parece que unos nueve metros más abajo estarían los soldados de la batalla de Roncesvalles del año 778 según nos dijo el guía).
Mires donde mires, todo es historia y paisajes increíbles. Me encantó el museo, sobre todo la famosa esmeralda de Miramamolín y las mazas que usó el rey Sancho el Fuerte, que deben pesar como el diablo, aunque este rey era bastante grande, medía unos 2,25 metros.
En fin, después de toda la visita que duró casi una hora, nos fuimos a comer a un pueblo cercano, aunque las moscas no nos dejaron en paz. De primero comí una ensalada de espinacas, gambas, queso y frutos secos, y de segundo pato confitado con mermelada de manzana. De postre tarta de queso. A sr. marido le entró un poco de pájara conduciendo, así que busqué en el móvil chistes malos para espabilarle un poco, jajajaaj....
Hoy hemos llegado a 38º, y dicen los expertos que es el día más caluroso del año (algo que nunca he entendido si no ha acabado el año), pero en fin. Aquí estoy con el ventilador contando las horas que faltan para que termine el día, qué horror....
Espero que os haya gustado nuestra pequeña excursión.
Un abrazo.
Ya lo creo que me ha gustado este paseo por la HISTORIA, y tus fotografías tan acertadas.
ResponderEliminarHace mucho calor, repetimos lo mismo porque así parece que lo aligeramos un poco ¿verdad?
A disfrutar de vuestras vacaciones amiga querida.
Nos leemos ^:^
Conxita