Graduación

Ha pasado casi un mes desde que el chico se graduó, y quiero dejar plasmado el recuerdo de aquel día, porque aunque no hice demasiadas fotos con mi cámara (al final usamos más el móvil) pongo aquí una de las fotos que hice en el pabellón universitario donde se celebró la graduación de varias carreras.  En las gradas, los padres, familiares y amigos, emocionados y expectantes. Antes de que saliesen los graduados, nos hicieron ponernos en pie, y al son de una música de trompetas que ponen en todas las ceremonias de graduación, salieron desfilando los futuros licenciados en fila, ellos con sus trajes y ellas con sus vestidos o trajes de pantalón, cada uno en su estilo, sonriendo, y buscando a sus familias entre las gradas. Luego vinieron los discursos, y al final lo más emocionante, la entrega de la banda y el diploma. Terminamos con el himno universitario "Gaudeamus igitur"; después vinieron las felicitaciones, los besos, los abrazos y las fotos. Los chavales habían organizado una cena seguida de una fiesta. Nosotros también fuimos a cenar con algunos familiares, así que en resumen, fue un día muy emocionante para recordar.

Entre los regalos que recibió el chico, me hacía ilusión alguno que perdurase en el tiempo, y se me ocurrió regalarle un manzano. Lo plantamos en el jardín y parece que le gusta el sitio. Tiene un montón de manzanas que cada vez pesan más. No sé si recogeremos cosecha este año, jajajaja...

Hasta pronto.

Días tranquilos

Hoy ha sido el cumpleaños de dos personas muy especiales, y aunque uno de ellos ya no esté entre nosotros, lanzo desde aquí mis felicitaciones al limbo digital, jajajaja.... Estos días no estoy haciendo nada especial, el chico está a punto de terminar el curso y se pasa todo el día en la universidad. Yo trabajo hasta las tres, y después de comer y recoger la cocina, hago alguna tarea de la casa, o si no estoy muy perezosa salgo a caminar. También aprovecho para vigilar mis plantas, ya que los pulgones hacen de las suyas y hay que mantenerlos a raya. El fin de semana estuvimos comiendo en un sitio que hacía mil años que no íbamos; había bastante follón de gente hablando alto (creo que me estoy haciendo mayor, jajajaj...) y salí con la cabeza loca. El domingo fue relax total, salí a andar con sr. marido por la mañana, hice un arroz marinero para comer, vi la película El pianista, coloreé mi cuaderno anti estrés, ordené la caja de costura y poco más.

Hasta la próxima.