¡Menuda avalancha de agua y frío! Es una pena que haya hecho tan mal tiempo este fin de semana: las temperaturas han bajado más de 10 grados, hemos vuelto a ponernos los calcetines y hoy, sinceramente parecía enero. No hemos salido para nada. Hubiéramos estado todo el día en pijama.
Hemos empezado el domingo desayunando el peque y yo juntos. Me encanta. A veces estamos callados y nos concentramos en saborear el desayuno.
Otras le da por contarme cómo consiguió pasar no sé qué videojuego superdifícil, o me canta canciones que ha memorizado, o me cuenta chistes de Jaimito, mientras yo le escucho con un "aha, aha".
Quizás sea que los día de lluvia me vuelven más melancólica, pero en nuestro caso hemos pasado un buen rato ojeando unos cuentos de mi infancia. Tanto colorido me ha llenado de alegría.
En particular estos cuentos de abajo me traen muchísimos recuerdos. La niña que se fija en lo sucia que está la ropa de sus muñecas y decide lavarla. Después de tenderla en el campo, una cabra se la come. Tras el disgusto, la dueña de la cabra le dice que le ayudará a coser ropas nuevas para las muñecas. O el osito que fue a coger manzanas y salió por patas. Los dibujos son preciosos.
También ha habido tiempo para jugar con Merlin el manco.
Y por supuesto, hacer un poco el vago en el sofá.
Hasta pronto.
son muy divertidas tus entradas::-)))
ResponderEliminarGracias, eres un solete :o))
ResponderEliminara mí no me engañas, esas pipas no son saladas...
ResponderEliminarFdo.: una TIJUANÁTICA.