29 julio 2015

Pequeñas compras


¡Hola! La semana pasada hice varias compras para la casa.  Con la excusa de "jubilar" un mantel rojo que nos regalaron hace mil años y que no combinaba con nada, me pasé horas navegando por esta web, hasta que me decidí por un mantel, una caja de metal y unos visillos. En primer lugar el mantel: siempre me han gustado los motivos vichy, pero para la cocina quería un color que no fuese muy fuerte y que pegase con los cojines de las sillas.  Escogí uno en tono beige y estoy muy contenta de cómo queda. También compré una caja en metal galvanizado con cuatro compartimentos, ya que siempre tengo desperdigados por la cocina los bolígrafos, pastillas, pañuelos de papel, etc...  Ahora está todo ordenado, cada cosa en un hueco y combina con el tono acero del frigorífico, el horno y el microondas.  


En tercer lugar, me lancé con unos visillos que fueron amor a primera vista. Quería sustituir unos que ya están muy viejitos y que tienen el mismo sistema de colgar. Sobran un poco de largo pero en todas las fotos que veo quedan así, aunque yo hubiese preferido a ras de suelo.  Los he puesto en un pequeño salón que tenemos y que hace las veces de biblioteca, cuarto de invitados y en el que más a gusto me encuentro.  Me encanta el aire antiguo que le dan a la habitación.
También me hizo mucha ilusión una jarra de cristal de la marca Oster igualita a una que rompí hace unos dos o tres años.  Desde entonces la batidora estaba inutilizada, porque aquí no encontraba ninguna tienda que tuviese recambios.  Me daba rabia no poder hacer batidos de frutas y helados, o gazpacho, cremas, o picar hielo para unos mojitos (sobre todo eso, jajajaj...).  Sr. marido dijo que podíamos comprar otra, pero una batidora así no baja de los 90 €, así que me puse a buscar en internet.  Encontré un vendedor en eBay que vendía todo tipo de accesorios para las batidoras Oster, e hice el pedido.  Cuando abrí la caja, casi salté de emoción.  Era la misma jarra que yo había roto, incluso traía una tapa nueva, y solo por 28 € gtos. incluidos.


Nuestra colcha de matrimonio es del año de la tos, así que también compré una funda de edredón. Me puse a mirar rebajas en la web de Ikea, y aunque no venden on line, aquí en Pamplona hay un centro de recogidas que le llaman, pero en el que también hay una pequeña exposición de las cosas más interesantes, así que me planté allí, y tuve la suerte de que estaba en la exposición.  Me la llevé bajo el brazo, junto a dos almohadas de 50 x 60 para las fundas.  


No son grandes cambios, pero de momento estoy contenta.  El cambio más grande ha sido la funda de edredón.  Pensé que a sr. marido no le iba a gustar, pero resulta que estaba equivocada.  Más adelante compraré el relleno, por el momento no voy a gastar más dinero.
A vosotras, ¿también os da por cambiar pequeñas cosas de vez en cuando?
Ya me contaréis.
Un beso


26 julio 2015

30/52




Último domingo de julio.   Los días pasan entre el trabajo fuera de casa y el de dentro.  Cuando hace menos calor salgo al jardín y disfruto viendo florecer mis abelias, y sintiendo su maravilloso olor al caer la tarde.  Estoy dándole vueltas a cómo puedo cambiar la zona de césped y no consigo aclararme, siento que todo el peso recae sobre mí y temo tomar decisiones erróneas (por cierto, de las semillas de flores silvestres que esparcí, no ha salido ni una...).  En cualquier caso, ahora hace demasiado calor como para empezar cualquier modificación.  Incluso los paseos de una hora de duración que me propuse hacer diariamente, no los estoy haciendo, así que nada, esperemos que bajen un poco las temperaturas, porque a mí el calor me deja muerta.  El peque es el que más vida social está haciendo, queda con sus amigos para ir a la piscina casi todas las tardes, un viernes fueron a ver "Jurassic World" y hace poco fue a dormir a casa de un amigo.  Nosotros seguiremos disfrutando de la fruta, de la lectura, de inventar nuevas ensaladas fresquitas, y cosas así. Mañana iré a recoger un paquete a correos ¡yupiiiiiiii! Hice un pedido por internet de cosas para la casa y estoy emocionada.  Me ha entrado la fiebre de "loquierocambiartodoya". En breve os iré enseñando las cosas que he comprado. Gracias por vuestros comentarios y por estar siempre ahí. ♥♥♥

19 julio 2015

29/52


Vuelvo con el Proyecto 52 semanas, que llevaba aparcado un mes.  Entre las vacaciones y otras historias, no he tenido tiempo de publicar mis cinco fotos semanales.  De un vistazo disfruto de las cosas que más me han gustado en esos siete días.  En esta ocasión limpié los "tesoros" encontrados en la playa durante las vacaciones e hice recuento de todas las piedritas y cristales que tengo.  Son mejor que cualquier souvenir comprado en una tienda.  Estamos teniendo días de tormentas en los que amanece un poco nublado y poco a poco todo el cielo se va cubriendo hasta explotar en lluvia unas veces, y tan solo en amenaza en otras. Estrené un nuevo molde redondo con agujero en el centro, preparando junto al peque un bizcocho que quedó riquísimo.  Sustituí el azúcar blanco por azúcar moreno y duró apenas dos días... eso es buena señal.  Aunque con el calor que está haciendo no me apetece mucho utilizar el horno.  Eso sí, estoy preparando mucha fruta, melón, sandía, cerezas, melocotón, plátano... y mi nuevo descubrimiento, el zumo de pomelo rosa.  Lo vi en el supermercado y me llamó la atención.  Tiene un punto ácido / amargo no apto para todos los paladares, por eso nadie toca la botella de la nevera, jajaja.... solo para mí.
Un beso.

16 julio 2015

Tranquilidad


Una pequeña excursión a dos pueblos cercanos: Puente la Reina y Estella, lugares de paso para los peregrinos del Camino de Santiago.  Es una maravilla pasear por sus calles, llenas de edificios históricos.  En Estella subimos las escalinatas que véis en la última foto y que corresponden a la Iglesia de San Miguel (declarado monumento histórico nacional).  Una vez arriba, nos dimos de frente con una pequeña capilla gótica del siglo XIV, que está dedicada a San Jorge, al cual podemos ver en la penúltima foto (en este post, he encontrado una explicación muy interesante sobre este lugar).  Por lo visto tuvimos suerte de que la verja estuviese abierta, parece ser que poca gente sabe de su existencia.  ¿No es maravillo poder disfrutar de estas obras artísticas mientras das un paseo? Me pregunto cuántas cosas habrá visto ese San Jorge desde el año 1500... 
Voy a dejaros ya, hace un calor bochornoso, el cielo se ha cubierto y solo espero que refresque un poco el ambiente para poder abrir las ventanas y salir al jardín.  Ya estoy imaginando el olor a hierba y tierra húmeda cuando empieza a llover, y el ruido de las ruedas de los coches sobre el suelo mojado al otro lado de la calle.
Un beso.

08 julio 2015

Mi querida Pamplona



Hemos dejado el relax y la tranquilidad de los días de playa, para encontrarnos una ciudad que como en un baile de máscaras, lleva tiempo preparando su disfraz.  Los invitados al baile son muchos, y la mayoría está ansiosa por conocerla, incluso han recorrido miles de kilómetros para acudir a la cita. Unos quedarán prendados por su maquillaje compuesto de brillos y colores, otros por su cortés simpatía.  Habrá quien venga atraído por la estela del gran Hemingway y pase sus horas alertagado entre efluvios etílicos sin atinar siquiera a situar Pamplona en un mapa.  Algunos sentirán la curiosidad de conocer a la misteriosa dama cuando las luces se apaguen y la vean en vaqueros y deportivas.  Ahí será cuando descubran si realmente ella merece la pena o no.  

Nuevos aires políticos han llegado a la ciudad y espero de corazón que esas amplias sonrisas que se vieron en el balcón del Ayuntamiento el día del chupinazo estén provocadas por el deseo de trabajar por la ciudad y sus ciudadanos, sin perderse en guerras absurdas de símbolos y banderas.  Debería existir una única bandera que fuese la del bien común.  Que cada uno lleve en su corazón lo que le pida el cuerpo.

Solo hemos estado un día en fiestas, y nos queda otro.  Ya no me motivan los Sanfermines como antes. Hace años que decidí que lo que no me aporta nada, no me interesa.  En estos momentos solo me motiva una buena comida con una larga sobremesa, los fritos de huevo del bar Museo, el sorbete de cava del Gazteluleku, los fuegos artificiales de la noche y sentarme en una terraza de la Plaza del Castillo mientras alucino con lo que me acaban de cobrar. En fin, creo que me estoy haciendo mayor...
Feliz día.

06 julio 2015

Aguadulce II


1. Agua clara y fresca.  Baños que nos transportan al inicio de nuestra existencia.
2. El puerto deportivo al atardecer.  Hay unos enormes peces a los que los niños echan pan.
3. Un bonito motivo de forja en la puerta de una casa.
4. Hay gatos por todas partes.  Son preciosos, pero debería haber más control en su reproducción.  Luego les toca llevar una vida de lo más triste.
5. El peque tiene suerte de poder zamparse esas copas de helado.  Yo miraba de reojo...
6. Un simpático perrito.  Movía su nariz levantando la cabeza. Creo que se está poniendo de moda teñir orejas, patas y cola a los perros, porque vimos a varios con esa pinta.  Incluso vi uno con pendientes en las orejas.
7. La playa a primera hora de la mañana.  Luego venía más gente, pero sin aglomeración ninguna.
8. Me compré un pintauñas negro.  No sé si se lleva o no, pero me gusta cómo queda.
9. El barquito recoge medusas (y porquería la mañana post San Juan).  Cuando el agua estaba menos fría, aparecían medusas a montones.  La gente se entretenía sacándolas con salabardos, mi hijo entre ellos.
10. ¡Mojito!  Una de las palabras más hermosas del diccionario, jajaja....
11. Amanecer desde la terraza del hotel.  Nos dieron una habitación en el piso 12, y daba bastante miedito asomarse.
12. Los "piecitos" del peque.  Un número más y ya me habrá alcanzado.

Gracias por vuestras visitas y vuestros comentarios, sois maravillosas.
Nos vemos.

x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x

P.D. Publiqué ayer el collage perteneciente al mes de junio.  Espero que os guste.

04 julio 2015

Aguadulce I

 
 

¡Ya estamos en casa! Han sido pocos días fuera, pero bien aprovechados. Ayer llegamos, después de visitar en Madrid a mi tía que sigue recuperándose poco a poco de su fractura de cadera. Siempre que vuelvo a casa, después de unos días de vacaciones, me invade un pequeño temor (un tanto infundado), sobre si todo seguirá en su sitio, ya ves, como si hubiese habido una catástrofe y no nos hubiésemos enterado. 
Llegamos a Aguadulce un par de días antes de la noche de San Juan y en el ambiente ya se percibía algo especial. Grupos de familias y de amigos que acampaban en la playa, con toldos, parrillas, colchonetas y un buen surtido de sardinas, hamburguesas, salchichas y costillas, además de cerveza, refrescos y sangría para celebrar una noche tan especial.  
Hemos comido helados, hemos paseado por el puerto deportivo, hemos nadado en el mar y en la piscina. También hubo tiempo para comer montones de tapas, tomar mojitos, hacer castillos de arena, recoger piedras y cristales de mar.  Cada mañana, al llegar a la playa a eso de las nueve y media, sr. marido y el peque iban a buscar cristales por la orilla del mar.  Hicieron una pequeña apuesta sobre quién encontraba más piezas, y al final ellos venían a mí ofreciéndome sus hallazgos para ver si les daba el visto bueno o no.
Ni siquiera llevé mi reloj, no quería saber en qué hora me encontraba.  Quería encontrarme en esa especie de incógnita, tan solo dejándonos llevar por lo que el cuerpo nos pedía.  
He hecho menos fotos que en otros años, aún así, he divido nuestro viaje en dos partes.  Esta es la primera: la playa, un poco de piscina, arena, helados, palmeras, brisa fresca en la noche, pequeñas embarcaciones meciéndose suavemente en el puerto, gatos callejeros, algunas bonitas piedras encontradas en la orilla, en fin, días felices, tranquilos y relajados.
Espero que estéis disfrutando estos días de verano.
Un fuerte abrazo.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...