28 enero 2017

Llegará febrero



 
 
Se nos va enero, con sus grados bajo cero, con las lágrimas que caen de los ojos por el frío al llegar al trabajo, con la tediosa labor de rascar las lunas del coche al salir y la esperanza de que el motor arranque. Y llega febrero, un mes al que no le tengo especial simpatía.  Mi padre murió un día de febrero hace muchos años ya, y no hay día que no me acuerde de él.  Pero nosotros estamos vivos y seguimos día a día con nuestras vidas.  No quiero caer en la monotonía.  Quiero estudiar para mejorar, quiero hacer nuevas ensaladas con las que se chupen los dedos en casa, quiero descubrir nuevos rincones de mi parque favorito, quiero morder unas fresas de Huelva y que me lleven al paraíso, quiero mirar al cielo que amanece y pensar en todas las cosas que puedo hacer. Como el otro día, que escribí un pequeño poema. Fue como si alguien en el interior de mi cabeza me lo dictase. Me gusta escribir, me reconforta, pero nunca me ha dado por leer poesía y mucho menos escribirla. He sentido que esas pocas líneas han condensado lo que siento en este momento de mi vida, como si mi alma se desnudase así, sin quererlo. Quizás en otro momento me sienta preparada. Os deseo una fantástica semana.
Un beso ♥♥

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P.D. Nuevo collage del mes de enero, espero que os guste.

16 enero 2017

¿Lunes triste?



Un psicólogo británico hizo una teoría hace años, mitad marketing, mitad ecuaciones, por la cual dedujo que el tercer lunes de enero era el día más triste del año.  ¿Estáis tristes? 
Yo no he tenido tiempo hasta ahora de pararme a pensar en mi estado de ánimo.  Mi hijo salió de casa rumbo al instituto a las 7:25 h. y sr. marido se fue media hora después.  Una vez sola, he desayunado un poco de fruta, unos biscotes con fiambre de pavo y un café cortado, con la tranquilidad maravillosa que te da el no tener que salir a trabajar hoy.  Luego he cambiado sábanas, he hecho las tareas del hogar, he puesto una lavadora y por último he dejado preparada una coliflor lista para poner en la olla exprés en cuanto acabe este post.  A las doce me he sentado delante del ordenador para revisar los correos, hacer alguna gestión y preparar esta entrada con las fotos que he ido haciendo el fin de semana.  No hemos hecho gran cosa, prácticamente hemos estado recluidos en casa.  El sábado amaneció todo nevado aunque por la tarde ya no quedaba casi nieve.  El chico salió al jardín e hizo una bola gigante que todavía sigue ahí.  Yo transplanté un pequeño cactus que compré hace poco, y sr. marido preparó una comida rica acompañada de un vino blanco bien frío.  El domingo nos comimos unas fajitas y pasamos la tarde adormilados en el sofá.  En fin, mi vida es de lo más apasionante...

¿Firme propósito para este 2017? Añadir emoción, creatividad, generosidad, imaginación, autonomía, amistad, excursiones, risas, paciencia, abrazos ...  ¿Se os ocurre algo más?  

♥♥♥

07 enero 2017

Empezamos el año




Aún queda alguna foto de Nochevieja rezagada en la cámara, así que comenzamos este primer post de 2017 con restos de cotillón y champán francés...  La comida de año nuevo estuvo genial, nos juntamos un montón de gente y luego como ya os avancé, tuvimos una sobremesa de bingo y gin-tonics en casa de "la abuelita". Todo el mundo se fue pronto porque al día siguiente tenían que trabajar, pero nosotros nos quedamos a dormir ya que el lunes teníamos fiesta.  El desayuno del día siguiente, sobre el mantel rojo y blanco, con el rosco adelantado, me supo a gloria.  El chico se quedó a dormir en casa de unos primos, así que ya de vuelta pasamos a recogerle.

Ayer después de abrir los regalos, desayunamos los tres juntos el tradicional rosco de Reyes (nosotros preferimos relleno de crema en vez de nata).  Como se suspendió la comida que organiza mi hermano todos los seis de enero, nos vimos en la necesidad de comer fuera de casa, así que sr. marido y el chico, eligieron un restaurante japonés, que fue toda una experiencia.  La camarera japonesa nos enseñó a usar los palillos, pero el único que lo consiguió con éxito fue mi hijo, jajajaj... la verdad que no se le da nada mal.  Luego fuimos dando un paseo hasta la Plaza del Castillo, después de atravesar el Parque de la Taconera y la Iglesia de San Lorenzo.  Tomamos una cerveza al calor agradable de una estufa de terraza y para finalizar visitamos los puestos que todavía quedaban en la plaza.  

Así hemos acabado y empezado este año.  Sobre todo comiendo... no quiero ni pesarme.  El lunes habrá que volver a la comida ligera y a los paseos matinales.

Os deseo un maravilloso año de todo corazón amigas.  Un abrazo ♥♥

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