Después de cinco días rozando los 40º, es una bendición poder abrir puertas y ventanas para dejar que el aire fresco nos devuelva un poco a la vida. Además es viernes, comienza el fin de semana y aunque anuncian lluvia no importa. No tenemos planeado nada, quizás salir a comer por ahí y arreglar un poco el jardín si se puede. Estoy emocionada con mis flores amarillas, que he sabido que se llaman "Rudbeckia". Son flores silvestres nativas de Norteamérica, y por lo visto son muy apreciadas allí. Hace dos o tres años, esparcí por todo el jardín dos sobres de semillas de flores de colores. No especificaba de qué tipo eran, pero por lo visto, esta era una de ellas. Son muy resistentes, porque la tierra es una porquería y ahí están tan espléndidas. Me encanta preparar jarroncitos con ellas porque ponen un toque de color maravilloso. Por cierto, las abelias también están estupendas, como podéis ver en una de las fotos, la pena es no poder haceros llegar el olor que desprenden.
Os deseo de corazón que disfrutéis del fin de semana. Gracias por estar ahí ♥♥♥♥♥♥♥♥