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1. La otra noche hacía mucho calor dentro de casa, pero en el jardín el aire era fresco y se estaba fenomenal.  Encendimos unas velas, y mientras el peque se tomaba un helado, yo me preparé un té, y estuvimos un buen rato escuchando los grillos y hablando en voz bajita, no sé por qué.
2. El cuarto de invitados.  Normalmente se usa como salón auxiliar y biblioteca, pero este fin de semana tuvimos un invitado y el día anterior me tomé un tiempo en hacerle una limpieza a fondo.  El sofá se convierte en cama y cuando se queda preparada, es como si la habitación cambiase de aspecto radicalmente.
3. Haciendo esa limpieza me encontré un dibujo olvidado que hizo el peque hace varios años.  Me hizo una ilusión tremenda, aunque me invadió un poco la nostalgia pensando que el tiempo pasa demasiado rápido.
4. La merienda del peque del jueves. Junto al bizcocho había unos trozos de manzana que ya habían desaparecido cuando se me ocurrió hacer la foto.
5. El puesto de "Antonio y sus carabinas".  En las fiestas del pueblo de este año ha conseguido quedarse con más del 80 % de la paga del peque.

Un fuerte abrazo amigas.  Gracias por vuestros comentarios y por estar siempre ahí ♥

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Como todos los finales de mes, he preparado el collage correspondiente a agosto.  Son mis nueve imágenes preferidas de cada mes.  Podéis verlo pinchancho en la pestaña "collages mensuales". Gracias.

Una preciosa mañana

El martes, el peque y yo nos despertamos a las ocho y media, desayunamos juntos y después fuimos al taller del luthier para afinar su violín.  Después de salir babeando de allí (nada más cruzar la puerta, es como entrar en otro mundo), nos dirigimos al Palacio del Condestable a visitar una exposición de Pablo Sarasate, el gran violinista navarro.  Estuvimos un buen rato, entre cuadros, violines, objetos personales, partituras y demás cosas, escuchando además su música de fondo.  Luego, fuimos a tomarnos una coca-cola a un bar cercano, y a través de las puertas abiertas veíamos pasar grupos de turistas, algún peregrino de paso y en general, un ambiente relajado y alegre.  Me gustan estas mañanas especiales que solo se pueden hacer en vacaciones.  Dentro de poco empezarán las clases y las mañanas serán diferentes, más rígidas y encorsetadas, sin esta libertad de decidir cómo pasar un rato tan agradable como el de hoy.  Os puse este vídeo en otro post, pero la pieza es tan maravillosa y la interpretación es tan genial, que lo vuelvo a poner.  Por si alguien no conocía a este gran compositor.

Un abrazo amigas.

Diversión

Una vez al año solemos visitar este parque de aventuras que se encuentra a unos 85 kms. de Pamplona.  Lo hemos visto evolucionar desde su inauguración en 2004, cuando el peque tenía apenas 2 años y tenías que correr todo el rato tras él.  Cada vez han puesto más atracciones, animales, zonas de sombra y espectáculos.  Es una visita que siempre disfrutamos mucho.  A sr. marido y al peque lo que más les gusta es el "bobsleigh" (en una foto están subiendo por los raíles) y bajar luego a toda pastilla.  Yo prefiero algo más tranquilo, como las barcas que veís aquí arriba y visitar La Granja, donde hay alpacas, vacas, un burro, un precioso caballo llamado "Manchitas", una cerda enorme, y muchos más.  Hay una gran zona del monte con osos y lobos en donde puedes verlos desde unas enormes pasarelas.  A última hora el peque probó suerte en un juego y se llevó un llavero, nada especial, pero un sencillo recuerdo de nuestra visita.  En el trayecto de vuelta el peque y yo nos quedamos dormidos de inmediato, ya sabes, el cansancio, el calor y el traqueteo del coche es una mezcla explosiva para estos menesteres...

Un abrazo amigas.

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Mis cinco fotografías de la semana.  En un catálogo de labores de punto de cruz, encontré la imagen de la primera foto.  Por tamaño encajaba perfectamente en el marco, ahora solo queda colocarla en el sitio apropiado.  Por mi parte, además de trabajar,  por las tardes he disfrutado de algún paseo precioso por lugares cercanos y he pasado más tiempo en el jardín, aunque algunos días ha hecho frío y se estaba mejor dentro de casa.  El peque sigue saliendo con sus amigos casi todos los días.  Tenía muchos planes para él, como empezar un curso de mecanografía en un programa que tenemos en el ordenador, practicar violín todos los días, leer varios libros en euskera y castellano, reforzar la gramática y hacer entre los dos actividades más creativas, que no sean jugar al ordenador o a la wii... pero sinceramente, he perdido la batalla.  Por contra, me ha ayudado a hacer bizcochos, me ha dado más abrazos que nunca, hemos jugado a cartas, me ha contado mil veces sus mundos de Minecraft, me ha pedido "por favor por favor el aspirador no, si quieres quito el polvo", ha puesto la mesa, ha tirado las basuras, y me ha hecho algún recado.  Bueno, quedan algunos días aún para intentar equilibrar la balanza un poco, aunque a estas alturas, ya no sé qué lado de la balanza es más importante.  De momento, verle feliz y que no se meta en líos, es suficiente.
Os deseo una feliz semana amigas.
Un fuerte abrazo.

Hoy

Un rápido vistazo al calendario y me doy cuenta de que justo nos separan tres semanas del inicio de las clases y un mes del inicio del otoño.  Queda mucho verano aún por delante, aunque últimamente ha llovido bastante y las temperaturas han bajado también.  Hoy sin embargo se ha despejado a media mañana y hemos tenido un cielo azul precioso el resto del día.  Después de comer, el peque ha quedado con sus amigos, sr. marido encontró el sofá bastante cómodo y yo me he ido a dar un paseo por los alrededores.  El sol me daba en la cara y sentí ganas de sentarme a la orilla del río a escuchar el agua pasar, pero no es un sitio muy cómodo para estar.  He vuelto con unas cuantas flores y ganas de comer fruta.  Intentamos comerla todos los días, sobre todo melón y sandía, y por supuesto, helados y algún bizcocho, como este de frutos del bosque (congelados del Lidl) que el peque y yo hicimos el lunes.  Una vez más las frutillas se posaron donde les dio la gana...  ¿Sabéis algún truco para que queden bien repartidas por toooooodo? Por más que lo intento se van todas al fondo o se quedan apelotonadas, ainss....

Un fuerte abrazo ♥

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Esta semana hemos tenido lluvia torrencial, lluvia fina, amenaza de lluvia, descenso de temperaturas y un sol que aparecía y desaparecía a su antojo. Dentro de la casa sigue haciendo calor, aunque no tanto como para tener las ventanas abiertas de par en par.  Un amigo de mi hijo vino a dormir una noche y preparé hamburguesas y patatas fritas para ellos.  El jueves por la mañana el peque y yo compramos dos pequeños ramos de flores y unas velas y nos fuimos en coche hasta el cementerio. Cuando comenzó a caer una fina lluvia me preguntó por qué siempre que vamos allí llueve: tiene razón, lo mismo pensaba yo a su edad.  Por la tarde corté mi única hortensia del jardín, que aún conservaba gotas de lluvia y me preparé una taza de té.  De pronto todos los colores a mi alrededor me recordaron al otoño.  Miré por la ventana y pensé que, afortunadamente, no tardará mucho en llegar. 

Un abrazo.

De paseo por Eugui

Nuestra excursión del domingo nos llevó hasta el pueblo de Eugui, a una media hora en coche desde Pamplona.  Queríamos ver la antigua Fábrica de Armas oculta en los bosques de Quinto Real.  La visita se inició en el Centro de Referencia Histórica Olondo (foto de arriba), en el que hay un pequeño museo.  El guía comenzó sus explicaciones de lo que íbamos a ver y después todos fuimos en coche unos diez kilómetros hasta el lugar en cuestión.

Fue un día despejado, lleno de luz que se abría paso entre las interminables hayas. Cuesta imaginar que hace casi 250 años, escondida entre estos bosques, hubiese una Fábrica de Armas perteneciente a la Corona española.

Los recursos naturales eran excepcionales: magníficos bosques, un río y minas de hierro, era todo lo que necesitaban para instalar una fábrica de esas características.

Aquí fabricaban las típicas balas de cañon esféricas que hemos visto en películas o en dibujos animados, además de otros tipos de municiones de hierro, e incluso armaduras hechas por maestros italianos (el guía nos dijo que era la alta costura de la época, en armaduras, claro).  Primero las ferrerías tenían que fundir el hierro, para ello necesitaban hornos que ardían con carbón las 24 horas, y para conseguir carbón tenían que quemar madera de haya.  Nos explicaron que para conseguir 5.000 kgs. de carbón, tenían que quemar 25.000 kgs. de madera.

Yo solo podía imaginar la estupidez humana.  Asolar maravillosos bosques de hayas, para conseguir carbón que hiciese funcionar unos hornos que fundirían el hierro con el que hacer balas de cañón deseosas de destrucción.  Aunque ahora que lo pienso, siguen cortando árboles ahora ¿no? El peque y yo intentamos contar los anillos de este tronco, y nos salían más de 30 años.

Fue tan grande aquel lugar, que era como un pequeño pueblo, en el que había casas para los trabajadores, (unas para los casados y otras para los solteros y el cura), incluso había una escuela. 

 

Muchos trabajadores eran franceses (la frontera está a 9 kms.) y tuvieron que enviar un destacamento militar para evitar broncas.  La vida era dura aquí, con un clima frío y húmedo y unas condiciones de trabajo precarias.  El alcohol era una fuente de evasión al alcance de todos, así que cualquier tontería acababa en pelea.

Ahora se está trabajando para sacar a la luz la infraestructura de aquella fábrica. Nos explicaron que deben parar los trabajos varios meses al año porque hay un pájaro de una especie protegida que anida en estos bosques.



Hay un camino que lleva a lo más profundo del bosque, pero nos dijeron que en esta época hay muuuuuchas garrapatas agarradas a los helechos a causa de los ciervos, así que mejor volver en otra época.

Mis souvenirs fueron: un folleto explicativo, una pequeña flor violeta y una bonita garrapata en mi gemelo, que pensé que era un lunar, hasta que me dije a mí misma, que ahí no había ningún lunar hace unos días.  

Si venís por la zona podéis contactar con esta página para concerta la visita, seguro que os gusta el paseo.

Un fuerte abrazo.