Adiós enero

 

Este mes se nos escurre de las manos, un día más y ya estaremos en febrero. Estas últimas semanas hemos tenido un poco de todo, frío, lluvia, algo de sol, viento, incluso un día nevó bastante, aunque duró un par de días nada más. Ni ganas tuve de hacer el mini muñeco de nieve que suelo hacer cuando nieva, he estado un poco perezosa. El chico terminó los exámenes y parece que no le ha ido mal del todo. En cuanto a nosotros, un fin de semana visitamos a mi suegra, y otro acabamos en una pizzería como plan B, porque tuvimos la idea de ir a comer sin reserva, y en esta ciudad si no espabilas te quedas sin mesa. Tengo que decir que todo estaba buenísimo, si sois de por aquí os la recomiendo. No tengo mucho más que contaros, espero que tengáis una buena semana y buen inicio de febrero.

Hasta pronto :)

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P.D. Como todos los meses, he preparado el collage, espero que os guste.

Volvemos a la normalidad

Ya pasaron por casa sus Majestades los Reyes de Oriente y dejaron regalos para todos. Lo primero antes de abrir los regalos fue comer un poco de roscón y un café con leche. Esperamos a que el chico se despertase para empezar a abrir los regalos. Parece ser que acertaron. Preparé turrón de chocolate y dimos una vuelta por Pamplona, disfrutando los últimos coletazos navideños.

Por la tarde fuimos a casa de mi hermano para celebrar su cumpleaños; hubo intercambio de regalos y charlas, y risas y ganas de quedarse hasta las tantas allí. Ha querido el calendario que nos quedasen dos días de fiesta aún, para hacernos a la idea de que el lunes hay que volver al trabajo, así que hoy es un día para mentalizarse de que mañana la alarma sonará a las 6:10h, horror.....!!!!!!!!!!!

Feliz semana dentro de lo que sea posible.

Empezamos el año

¡Hola a todo el mundo! Espero que hayáis pasado una Nochevieja tranquila y sin contratiempos, y por supuesto, os deseo un feliz 2023 lleno de energía y ganas de hacer cosas. El viernes cogí un día de vacaciones, y después de ordenar un poco la casa, me acerqué a un centro comercial y visité varias tiendas de decoración. No necesitaba nada especial, pero es algo que me gusta hacer de vez en cuando, me relaja y disfruto mucho con ello. En esta ocasión, cayeron unos trapitos, un cepillo para limpiar, una vela aromática y una toalla. También compré unos ingredientes para hacer un risotto que se me había antojado el día anterior. Quedó bastante rico, la verdad.

El día siguiente, sábado 31, dediqué la mañana a hacer una limpieza más intensa, y aunque el día estuvo agradable, acabé tan cansada que mi idea de salir a pasear un poco se quedó en nada. La cena la preparó sr. marido (a excepción de unos pimientos rellenos de bacalao que ya se han convertido en un clásico y que me salen de rechupete, jajajaj...). Encendió el fuego y en él asó unos solomillos, además de gambones que hicimos al horno, y varias cosas más. Tomamos las uvas, jugamos al bingo y pasamos una noche muy agradable. La última foto, aunque salió mal, me gusta cómo ha quedado, ya que representa muy bien la emoción de salir corriendo a ver los fuegos artificiales que tiraban en el pueblo justo después de las doce campanadas. Muchos vecinos salimos a la calle para verlos, y fue muy bonito.

A ver cómo se presenta ese 2023, habrá que cruzar los dedos.

Os mando un fuerte abrazo, gracias por estar siempre ahí ♥♥♥♥