¡Qué gusto poder dejar un rato el estudio y bucear entre las pocas fotos que he hecho estos días! A excepción del difícil puzle que empezó sr. marido y que casi está acabado, reconozco mi estado de ánimo en cada una de ellas: mi mano atrapada buscando una salida, melancolía en las abelias o en esos dos pobres rodaballos que hasta hace poco nadaban felices por ahí, por no hablar de la cama del chico sin hacer (como el resto de la casa). Pero sobre todo, una melodía que me ha dado por escuchar una y otra vez. Como se dice ahora, la pongo en "bucle" y no me canso. La inserto a continuación porque, dentro de un tiempo le daré al play, cerraré los ojos y viajaré en el tiempo...
Un abrazo, que tengáis un fin de semana estupendo.
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