Así es. Poco a poco, pero sin bajar la guardia, estamos intentando salir de esta pandemia que mi corrector ortográfico sigue sin reconocer. Quiero estar alerta, atrapar momentos con la cámara que no se repetirán, pero me resulta complicado... Siguen las muestras de ánimo para los sanitarios, aunque cada vez más atenuadas, los puntuales aplausos de las ocho cesaron ya, pero siguen quedando dibujos pegados en algunos portales o globos desinflados colgados de los balcones. Las grúas de las construcciones vuelven a girar y las voces de los obreros se oyen a lo lejos. Mi hijo volvió a tocar la guitarra, los apuntes de la tercera evaluación se amontonan en el suelo y la selectividad (prueba para acceder a la universidad) espera agazapada a finales de junio. Yo también intento poco a poco establecer mi pequeña rutina nocturna de limpieza de cara y serum que dejé abandonada no sé muy bien por qué. Tengo que reflexionar sobre eso, jajajajja....
Os mando un abrazo enorme ♥♥♥♥