27 julio 2014

30/52


Hoy hemos descubierto un lugar maravilloso para ir a pasear.  Hay campos de flores silvestres amarillas, azules, fucsias, rosas, un lago con familias de patos que saltaban al agua cuando nos oían llegar y pájaros que alegraban nuestro paseo.  Una hermosa mañana de domingo.  Acaba una semana más de verano, en la que hemos tenido menos calor que otros días; la noche del jueves hubo una enorme tormenta que apenas me dejó dormir.  El peque sigue yendo a la piscina y quedando con sus amigos, y yo trabajo, preparo comida y bizcochos, y salgo a tomar alguna cervecita con sr. marido en esas tardes largas y anodinas.  Ayer volví a ver Orgullo y Prejuicio, y la canción de Liz me acompañó esta mañana, mientras cogía flores y miraba el cielo radiante y azul.
Un abrazo.

24 julio 2014

Un día de julio


Un atardecer caluroso y helados de bombón en el jardín. Preparo salmorejo en casa (por fin), hacemos limpieza de juguetes inútiles, me encuentro una nota del peque en el frigorífico, cocino verdura fresca... Todo sabe a verano, el ritmo es más lento y extraño a veces.  El césped del jardín da pena, no sé qué hacer con él.  Esta semana salí a mirarlo, por si encontraba algún tipo de inspiración, pero lo que me encontré fue un avispero que se estaba formando en uno de los árboles (mi única fobia conocida son las avispas, abejas y abejorros).  Llamé a sr. marido y después de refunfuñar un rato, tuve que esperar a que acabase la etapa del Tour (que era súper importante), para que saliese al jardín, zapatilla en mano mientras yo me mordía las uñas agazapada detrás del cristal gritando: "¡Cuidadooooooo, no se vayan a enfadar y te piqueeeeeennnn..!".  Bueno, no pasó nada, todos estamos a salvo.  Vuelve la calma.

Un abrazo.

22 julio 2014

Guadalest

Los últimos días de las vacaciones, los pasamos en la provincia de Alicante.  Nos hablaron de un pequeño pueblo llamado Guadalest, situado a unos 25 kms. de Benidorm en el que había un castillo, montones de museos de lo más variopinto y muchas tiendas de souvenirs. No nos defraudó en absoluto, tanto el paisaje, con sus enormes palmeras, las peñas, un pantano en el que hacer paseos en barco y los museos.  Lo mejor es hacer una selección porque no hay ninguno gratuito.  Nosotros estuvimos en el de miniaturas, donde además de muchas escenas y casas de muñecas hay también un belén gigantesco en el piso superior.  El autor de todo eso lleva toda una vida dedicándose a construir estas maravillas y a coleccionar juguetes antiguos.  Disfrutamos muchísimo allí, aunque el peque se resbaló en unas escaleras y a punto estuvimos de tener un disgusto.  Si váis por la zona os lo recomiendo, aunque eso sí, hay que pagar por todo, incluso por aparcar, pero merece la pena seguro.  Compré un jarrón de cerámica de Jaén que estaba de oferta por 3 € y hubiese pasado más tiempo mirando las tiendas, pero los maridos no son compatibles con esas actividades, jajajaj..
Un beso.

19 julio 2014

29/52


Llegamos casi a la mitad del verano en esta semana.  El calor aprieta (ayer llegamos a los 37º) y yo siento que me derrito.  Sueño con tierras lejanas y frías, el calor no es para mí.  El peque me acompañó a la frutería del pueblo y compramos cerezas, uvas y melón.  Estamos comiendo mucha fruta (y más helados de lo políticamente correcto).  Lo bueno de este mes es que mis abelias están en todo su esplendor, huelen de maravilla y voy poniendo pequeños ramitos por toda la casa.  El peque es cada vez más autónomo, queda con sus amigos por la tarde y van a la piscina hasta la hora de cenar.  Ayer por ejempo, me pidió que le hiciera un bocadillo y estuvo fuera desde la una hasta las nueve de la noche.  Llegó con los hombros quemados y los mofletes rojos como un tomate.  Pero también hay tiempo para que se ordene el cuarto o limpie algunos juguetes con agua y jabón.  Otros días me pide que juegue con él y le ayude a montar un Lego, y yo no me puedo negar.  En poco tiempo cumplirá doce años y siento que su niñez se va escapando poco a poco, así que me gusta aprovechar esos momentos y dejarlos en mi memoria.  Son cosas que quedarán grabadas para siempre.
Un fuerte abrazo.

15 julio 2014

En mi cámara

Las fiestas de Sanfermín son tremendamente visuales desde el punto de vista fotográfico.  También son intensas en sonidos, olores, sabores, emociones y sensaciones.  Personalmente ya no me emocionan tanto como antes, creo que todo se está desmadrando demasiado.  Quizás es que me esté haciendo mayor, no lo sé.  Ayer terminaron las fiestas y hoy he visto estas fotos en la memoria de mi cámara.  Han puesto una sonrisa en mi cara y os las muestro ahora mismo.



1. Un simpático vaquero (muy fotogénico por cierto) de los que hace de estatua y se mueve cuando le echas unas monedas.


2. La estafeta central de Correos de Pamplona.  Recuerdo meter la mano en esas bocas hace años para echar el correo.  La sensación del contacto frío del bronce y la incógnita sobre a dónde irían a parar las cartas.  Los buzones en forma de boca de león se encuentran en muchas centrales de correos españolas desde finales del siglo XIX.  Ahora sus fauces están selladas.  Una lástima.  Enviar una carta ya no tiene ningún glamour.


3. Me encanta pasear sin prisas por la ciudad y fijarme en la parte alta de los edificios.  Siempre se descubren cosas nuevas, y si brilla el cielo azul todo parece más grandioso.


4. Pero también miro hacia abajo y veo el serrín que se sigue echando en muchos bares.  Si son fiestas de Sanfermín, mucho más.  ¿No son preciosas esas baldosas del bar Gaucho? Casi tanto como sus pintxos.


5. El espectáculo The Hole estuvo en el Teatro Gayarre hasta el día 13.  No sé si habrán recogido ya las piernas.

Yo sí que recojo ahora mis trastos y me voy a comer, que ya es hora.  Disfrutad del resto del día, que ya llega el calorcito....
Un abrazo.

13 julio 2014

28/52


Esta semana no he tenido mucha opción.  ¿Se nota que son Sanfermines? Estamos teniendo la climatología más desapacible que se recuerda desde hace tiempo, más digna de un mes de noviembre que de julio.  Cielos grises, lluvia, frío, y algo de sol que de vez en cuando salía tímidamente y nos hacía llegar hasta los 20 o 22 º.  Los próximos días nos visita una masa de aire africano (espero que no dure mucho) que nos hará superar los 30º.  Por lo demás casi ni nos estamos enterando de las fiestas.  Sr. marido se levanta todos los días a ver el encierro por la televisión y el peque hay días que se levanta y otras que ni se entera de que le llaman.  Yo estoy trabajando, así que salvo algún día que hemos ido a ver el ambiente y tomar algo, estoy dedicando las tardes al relax más absoluto.  Un poco de trabajo en el jardín, preparar ensaladas y sangría de cava, planchar la ropa que me queda, visitar la biblioteca y hacer algún recado.  Tengo ganas de salir al jardín después de cenar, encender unas velas y disfrutar de una copa de vino mientras de fondo se oyen cantar a los grillos, pero aún habrá que esperar unos días, hasta que llegue el aire africano.
Un beso.

10 julio 2014

La Alcazaba



Visitar La Alcazaba resulta impresionante.  El cielo amenazaba lluvia ese día y decidimos posponer nuestro plan de playa.  Nos acercamos hasta Almería y después de un entramado de calles estrechas apareció ante nosotros, majestuosa como siempre.  Si un amable caballero te hace indicaciones para aparcar, no dudes en hacerle caso: tu coche quedará en buenas manos a cambio de unas monedas.  Una vez solventado ese tema, puedes relajarte y dedicarte a disfrutar (la entrada es gratuita).  Cierra los ojos y aspira el aroma de las adelfas.  Por suerte las nubes fueron desapareciendo en el momento en que comenzábamos la ascensión. La Alcazaba comenzó a construirse en el año 955 por el rey Abderramán III y es una de las construcciones musulmanes más importantes de España, aunque reyes posteriores añadieron y modificaron otras partes (por eso se pueden ver símbolos cristianos).  Me encanta la zona del estanque, con sus fuentes y su preciosa vegetación.  Desde el punto más alto hay una vista espectacular del puerto de Almería, donde enormes ferrys esperan partir hacia Melilla y Marruecos.  Este año han incluido una zona en la que se puede ver cómo era una casa tradicional árabe en aquella época.  Por cierto, me enteré de casualidad de que este mes se conmemora el milenio de la fundación de la Taifa (Reino) de Almería, así que enhorabuena a todos los almerienses, una tierra que aunque nos quede lejos de casa, siempre es un placer visitar.
Un abrazo.

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