Podría ser un sábado de cualquier otro mes del año, ya sabéis que una de las cosas que más nos gusta hacer es salir a comer fuera el sábado, pero estamos en junio, por eso el título, jajajaj.... No tengo gran cosa que contar la verdad, salvo que hemos pasado de estar congelados a sudar como pollos, que el chico ya acabado el segundo semestre de la universidad, y parece que no pinta mal la cosa, quizás le quede una (crucemos los dedos). Que mi coche ha empezado a fallar y también cruzo los dedos por él, tiene más años que mi hijo, pero espero que dure alguno más, sobre todo ahora que lo conduce prácticamente el chico, y todavía es conductor novato. Y que dentro de un mes exacto, y si no ocurre ninguna catástrofe, sr. marido y yo estaremos en la playa, debajo de una sombrilla, intentando desconectar de todo un año de madrugones y trabajo duro.
Un abrazo :)))