Donosti otra vez

Se nos ocurrió un plan diferente de pasar el sábado, y fue ir a San Sebastián, ir de pinchos, dar un paseo en barco por la bahía de la Concha, reservar en un restaurante del casco viejo y pasear por las zonas más conocidas. El día amaneció nublado aunque no llovió. Todo salió bien excepto que cuando nos dirigimos al muelle para coger el barco, nos dicen que está estropeado, que intentarán arreglarlo y nos ofrecen cambiar el horario a la tarde. Así lo hicimos, pero cuando volvimos al muelle, nos dijeron que definitivamente el barco no saldría porque no habían podido arreglarlo... Así que mi gozo en un pozo, como se suele decir. Era lo que más ilusión me hacía, pero bueno, otra vez será.

Una excusa para volver de nuevo, y si esa vez luce el sol, mejor.

Hasta pronto.

Poca cosa por aquí

Como últimamente casi no hago fotos, lo que me aparece en la cámara son cosas inconexas que no sé cómo hilar para darles algo de sentido, jajajaj..... Todo se resume en que unos días ha hecho un tiempo fantástico con cielos azules y sol radiante, otros no ha parado de llover, hemos comido en un japonés, he limpiado los pinceles de maquillaje, he dado un paseo por un parque que me encanta, y poco más. Por lo menos me servirá de recuerdo de estos días de mayo que están pasando tan rápido, que da vértigo.

Hasta pronto.

Madrid II

Y así llegamos a los otros dos días de estancia en Madrid. La mayor parte del tiempo no llovió, pero una tarde cayó hasta granizo, llegando al hotel empapados a pesar de haber llevado paraguas. Entre otras cosas, hicimos una visita guiada por Malasaña y Chueca, incluso al terminar, nos tomamos un vermú en la vermutería Angel Sierra, que tiene mucha fama, y en el que se rodaron escenas de varias películas. También vimos una obra de teatro, visitamos un mercado famoso, fuimos a un centro comercial enorme y el resto del tiempo, callejeamos por la ciudad. Unos días de desconexión, no sé si para recargar pilas, pero por lo menos para olvidarse un poco del trajín diario.

Hasta pronto.

Madrid I

Estuvimos unos días en Madrid esta Semana Santa. El primer día visitamos el Museo Cerralbo, que es una casa museo del siglo XVII y perteneció a un Marqués, y que dicen que se conserva como en aquel momento. Fue muy interesante, aunque un poco apabullante ver tantos objetos, cuadros, esculturas, y mil cachivaches.  

Comimos en el restaurante Marmalé, que nos gustó mucho, por cierto.

También tuvimos tiempo para visitar alguna tienda y dar una vuelta por el Parque del Retiro.

Desde la ventana de nuestro hotel, se veían a lo lejos las Cuatro Torres Business Area, imponentes incluso en la lejanía.

El resto de visitas, las dejo para otro día, así no os saturo, jajajaja.....

Hasta pronto.

Acaba una etapa

Tres meses y diez días, eso es lo que ha durado esta etapa laboral de la que os hablé y que tantos quebraderos de cabeza me trajo. Yo sabía que era algo temporal, pero sin saber exactamente cuánto tiempo duraría. Las primeras semanas estuve muy nerviosa, no solo por tener que conducir casi una hora para llegar, sino también por ser un trabajo nuevo del que poca idea tenía. Pero como todo en la vida, el ser humano se amolda a las circunstancias, y así, poco a poco, han ido transcurriendo todas estas semanas. El miércoles 16 fue mi último día, llevé unos dulces como despedida y mis compañeros me sorprendieron con una bonita planta de orquídeas. No me lo esperaba la verdad, fue un bonito detalle. Espero saber cuidarla bien, para que siempre que la vea me acuerde de esta etapa, que me ha hecho aprender mucho sobre mí misma, como que somos capaces de hacer cosas que no imaginaríamos, que nuestra fortaleza es enorme, solo tenemos que creer en nosotros mismos.  El lunes 28 empiezo otro trabajo, esta vez cerquita de casa, no siento nervios como en el anterior, así que debe ser una buena señal.

Bueno, me he puesto algo filosófica jajajaj... pero es así como lo siento. El resto de fotos son de una comida en un japonés y de una ensalada de domingo que prepara sr. marido y está riquísima.

Hasta pronto. 

Días azules

Después de haber llovido tanto y no ver más allá del cielo gris, estamos teniendo algunos días azules que recargan de energía y alegran el corazón. Todo el mundo alrededor lo dice, no se habla de otra cosa. En poco tiempo, el jardín se ha llenado de margaritas que asoman entre los tréboles, recordándome sin piedad que hay que hacer algo con él. De momento pasé el cortacésped el otro día y le di un buen fregado al porche. Es todo lo que puedo hacer por ahora. Cómo no, sr. marido y yo fuimos el sábado a comer a un oriental, pedimos un ramen entre otras cosas y luego tomamos algo en una terraza. Haremos una escapada a Madrid, así que ya teníamos tema de conversación.

Espero que también hayáis tenido días azules allí donde estéis.

Hasta pronto.