Salí a caminar como el otro día y cogí una nueva hoja que ya está prensada en un libro gordo para secarla. Estuve unos cuarenta minutos andando. A la vuelta compré pan recién hecho para los bocatas del instituto (que congelo partidos por la mitad), me di una ducha y después de arreglar por encima la casa comencé a preparar los ingredientes de uno de los platos guarrindongos preferidos del chico (y mío también jajaja...), a saber, fajitas Old el Paso, con su salsa guacamole que nos sabe a gloria bendita. Sr. marido es más fino y le va más el marisco. De postre cuajada que preparé el día anterior, con leche de la misma marca que el coagulante, y con sabor a piedra. Creo que no hay postre que me guste más. Recuerdo haber estado varias veces en la Venta Ulzama comiendo unos cuencos enormes de cuajada con sabor a piedra que quitaban el sentido. También estuve de niña con mis padres, y por eso ese sitio me trae recuerdos tan bonitos.
Así que nada, otra excursión que me apunto en la agenda, y vosotras también si estáis por la zona.
Un beso chicas :))))