Dado el tiempo horrible que estamos teniendo, el cambio de armarios se ha alargado un poco. Cada año es la misma tortura: sacar la ropa de verano, ponerla encima de la cama, mirarla con resignación y albergar la esperanza de caber en ella todavía. No tengo previsto comprarme ropa este año, tan solo algunos zapatos.
Asomarme a la ventana no me proporciona más alegría, la lluvia incensante que ha caído estos días me hace pensar que este año no disfrutaremos del jardín tanto como otras veces. Con lo que me gusta salir a cenar fuera, poner velitas, escuchar cantar a los grillos y todas esas cosas.
¿Algo positivo? No hemos accionado todavía el riego automático. El agua nos está llegando gratis. He movido el gran tiesto de barro para que pueda beber la lluvia, y parece que las prímulas lo han agradecido. Después de podarlas un poquito y quitarles las flores secas, están empezando a florecer otra vez. Sin embargo mi maceta de nomeolvides tiene un aspecto un tanto desastroso. Se me ha desparramado mucho y creo que no está floreciendo.
Me encanta ver esos pequeños capullitos listos para nacer, eso quiere decir que la planta está agusto, aunque como podéis ver un tanto remojada.
La temperatura ha descendido esta semana considerablemente. Hay que ser muy valiente para salir al jardín en manga corta si no quieres coger un resfriado, claro. Sigo pendiente de mis pollitos, que cada vez están más grandes y completos. No dejo de pensar en ellos cuando por la noche hace tanto frío y el agua no deja de caer.
El miércoles acabó el curso escolar. El peque me confesó que le daba pena acabar porque se lo pasa muy bien y aprende muchas cosas. Esto me sonó un poco raro, porque yo a su edad solo pensaba en no tener que madrugar más y quedar con mis vecinas para irnos con las bicis en busca de aventuras como "Los Siete Secretos" de Enid Blyton, que eran mis libros favoritos.
Vaciamos el contenido de la mochila, y aparecieron como por arte de magia dibujos olvidados de no se sabe cuándo, trozos de pinturas, la dichosa flauta, hojas de ejercicios dobladas y alguna que otra nota informativa que nunca llegó a su destino, osea yo. En su favor diré que todas las asignaturas están aprobadas, con buenas notas además, así que ahora, a disfrutar del verano.
En los próximos días intentaremos cambiar un poco el color de la piel, dar paseos cerca del mar, beber mojitos, dormitar a la sombra en la piscina, comprar una colchoneta para la playa y reirnos como el año pasado.
Así que cuidaros mucho durante estos días, que yo haré lo mismo. Volveré con montones de fotos, historias que contar y muchas ganas de compartirlo con vosotras.
Un fuerte abrazo.