Camino a Madrid desde Pamplona, paramos en un lugar habitual como es Medinaceli, en la provincia de Soria. Es un punto típico para bajar del coche, tomarse un café y estirar un poco las piernas. Cuando retomamos nuestro camino, volví la vista atrás y mientras el paisaje pasaba rápido a mi derecha, me fijé en una silueta magnífica y solemne, que a lo lejos y sobre un alto permanecía estática mientras nos alejábamos. Consulté en mi móvil, y supe que era el Castillo de Medinaceli (tengo que decir que siento una especial fascinación por los castillos ruinosos), así que le hice prometer a sr. marido que a la vuelta pararíamos y nos acercaríamos a verlo.
Rescato estas pocas fotografías que tomé. Subimos por una carretera serpenteante que nos acercaba cada vez más al castillo. En la oficina de turismo que hay arriba me informaron de lo que podíamos ver. Primero nos encontramos con uno de los pocos arcos de triunfo romanos construidos en España, este además es el único con tres arcos. Siguiendo el paseo llegamos hasta el castillo, que se encuentra en estado de ruina consolidada, esto quiere decir que por la parte de atrás no hay nada, salvo un cementerio, pero mereció la pena la parada, sin duda.
Feliz largo fin de semana amigas.
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P.D.: Ya está el collage de abril, espero que os guste ♥