Hace un par de semanas, fue nuestra primera salida a comer a un restaurante. También fue la primera vez que montaba en autobús (ya os comenté que estoy yendo a trabajar en coche). La mitad de los asientos estaban anulados, y entre el calor y la mascarilla, no veía la hora de llegar a nuestro destino. Una vez en el restaurante, las mesas estaban más separadas y todo el personal iba con mascarilla. Disfrutamos de nuestra comida y luego fuimos dando un paseo largo. Llegamos a un lugar de Pamplona muy especial para mí, que está algo escondido. Al final de las escaleras, se llega a un mirador donde las vistas son espectaculares.
Y qué mejor manera de acabar el día que con un gin-tonic en una terracita, disfrutando del sol en la cara e intentando hacer planes para este verano tan excepcional que nos espera.
Un abrazo ♥♥♥
Estamos viviendo meses excepcionales. Ya pasarán, ya pasarán.
ResponderEliminarTodo es distinto en estos últimos meses, y aunque parece que no se disfrute tanto, por momentos se saborea la vida con más intensidad; como si se nos fuera a escapar de las manos.
ResponderEliminarUN ABRAZO SOPITA
Conxita ^:^