Hemos tenido unos días preciosos, llegando a los 26 grados, con cielos despejados y un ambiente cálido otoñal que me encanta. Un domingo salí a pasear y pude disfrutar del paisaje, los campos reposando después de la cosecha, las piñas de los pinos que me encontraba por el camino, el cielo azul... una maravilla. Todo eso me hizo sentirme en paz, y recordé un artículo que leí hace poco en internet, en el que se hablaba de la importancia de ser agradecido. Decía que "es esencial para apreciar y disfrutar plenamente la vida. Agradecer lo que somos, lo que hemos conseguido, lo que tenemos, las personas que nos rodean, etc... nos hace vivir en armonía con nuestro entorno y con un alto grado de bienestar." Y así me sentí, tan agradecida de que estemos sanos, de tener trabajo, de no pasar privaciones como cada vez más gente pasa, de ver al chico contento con su trabajo y su hobby que es la música, de tener planes con la familia, en fin, de todo lo que nos rodea si uno es consciente y capaz de valorarlo.
De primer plato preparé un risotto de setas que no salió mal, y de postre le hincamos el diente a unos mazapanes que compramos a las monjitas en nuestro viaje a Toledo.
Feliz semana ♥♥♥
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