Las fiestas de Sanfermín son tremendamente visuales desde el punto de
vista fotográfico. También son intensas en sonidos, olores, sabores,
emociones y sensaciones. Personalmente ya no me emocionan tanto como
antes, creo que todo se está desmadrando demasiado. Quizás es que me
esté haciendo mayor, no lo sé. Ayer terminaron las fiestas y hoy he visto estas fotos en la memoria de mi
cámara. Han puesto una sonrisa en mi cara y os las muestro ahora mismo.
1. Un simpático vaquero (muy fotogénico por cierto) de los que hace de estatua y se mueve cuando le echas unas monedas.
2. La estafeta central de Correos de Pamplona. Recuerdo meter la mano
en esas bocas hace años para echar el correo. La sensación del contacto frío del bronce y la incógnita sobre a dónde irían a parar las cartas. Los buzones en forma de boca de león se encuentran en muchas centrales de correos españolas
desde finales del siglo XIX. Ahora sus fauces están selladas. Una
lástima. Enviar una carta ya no tiene ningún glamour.
3. Me encanta pasear sin prisas por la ciudad y fijarme en la parte alta de los edificios. Siempre se descubren cosas nuevas, y si brilla el cielo azul todo parece más grandioso.
4. Pero también miro hacia abajo y veo el serrín que se sigue
echando en muchos bares. Si son fiestas de Sanfermín, mucho más. ¿No
son preciosas esas baldosas del bar
Gaucho? Casi tanto como sus pintxos.
5. El espectáculo
The Hole estuvo en el Teatro Gayarre hasta el día 13. No sé si habrán recogido ya las piernas.
Yo sí que recojo ahora mis trastos y me voy a comer, que ya es hora. Disfrutad del resto del día, que ya llega el calorcito....
Un abrazo.