Empieza el verano

Empezó el verano, y parece que este año las cosas vuelven a una cierta normalidad. En este momento, donde yo vivo, solo es obligatorio llevar mascarilla en el transporte público y en las farmacias, pero es cierto que los casos están subiendo levemente y cada vez se ve más gente que se la pone en supermercados o sitios cerrados. No sé qué pasará en Sanfermín... Todos los escaparates ya están de blanco y rojo, y creo que la gente está bastante animada después de dos años sin ellos. Mientras llega ese momento, yo apuro los últimos días de trabajo antes de coger vacaciones. A ver si me pongo en firme a hacer más fotos, y consigo un ritmo de tres o cuatro post al mes.

Estos días atrás visitamos a mi suegra y estuvimos dando un paseo por una localidad cercana. Hacía un calor horroroso y tuvimos que meternos en un centro comercial del que no hubiera salido hasta la noche. Pero milagrosamente, a eso de las seis de la tarde, cambió el viento (lo que allí llaman galerna), y de 38º bajamos a poco más de 20º... 

Un fuerte abrazo ♥♥♥

Un sábado de junio

Podría ser un sábado de cualquier otro mes del año, ya sabéis que una de las cosas que más nos gusta hacer es salir a comer fuera el sábado, pero estamos en junio, por eso el título, jajajaj.... No tengo gran cosa que contar la verdad, salvo que hemos pasado de estar congelados a sudar como pollos, que el chico ya acabado el segundo semestre de la universidad, y parece que no pinta mal la cosa, quizás le quede una (crucemos los dedos). Que mi coche ha empezado a fallar y también cruzo los dedos por él, tiene más años que mi hijo, pero espero que dure alguno más, sobre todo ahora que lo conduce prácticamente el chico, y todavía es conductor novato. Y que dentro de un mes exacto, y si no ocurre ninguna catástrofe, sr. marido y yo estaremos en la playa, debajo de una sombrilla, intentando desconectar de todo un año de madrugones y trabajo duro.

Un abrazo :)))

La Tramontana

¿Cómo estáis? Por aquí estamos intentando mitigar los calores que nos han llegado de repente. No recuerdo un subidón de temperaturas tan brusco, tanto que ni tiempo he tenido casi de hacer el cambio de armario. Ahora veo un jersey de lana y me asusto, jajajajaj... Nuestra rutina de fin de semana no ha sido muy novedosa. En el jardín quité malas hierbas y limpié un poco, pero quiero esperar a que no haga tanto calor para comprar algunas plantas que pongan una nota de alegría. Comimos en un restaurante chino al que íbamos muy a menudo cuando el chico era más pequeño, y luego fuimos andando hasta el parque de La Taconera, donde tomamos un gin-tonic en el Vienés. A mitad del camino nos encontramos con la estatua de La Tramontana, inaugurada en 1990, que representa la figura estilizada de una mujer azotada por el viento. Recuerdo en mi juventud que ese era un punto de quedada habitual, supongo que lo seguirá siendo hoy en día.

Espero que hayáis disfrutado de vuestro fin de semana.

Un abrazo