23 abril 2019

Un día triste


A pesar del brillante color de los huevos de Pascua y de las alegres petunias, la semana pasada fue amarga y dolorosa para mi familia. Mientras el mundo veía arder Notre Dame con el corazón encogido el pasado lunes 15 de abril a la tarde, una noticia trágica se estaba gestando en mi entorno. Resultado: una madre se quedó sin hija, y una hija se quedó sin madre. Destino cruel que interpone un accidente absurdo e injusto en el camino de una persona que no se lo merecía. Espero que esta racha pase de una maldita vez. Se están yendo demasiadas personas queridas en el último año. Por casualidades de la vida, alguien cercano nos trajo ayer un souvenir de París: una reproducción de la catedral de Notre Dame, tan fabulosa e impresionante. A partir de ahora mi prima y ella irán unidas en el recuerdo. Para siempre.

3 comentarios:

  1. SI ES CIERTO ESTA TEMPORADA ME PASA IGUAL.
    Y TE DEJA UN A TRISTEZA EN EL ALMA.
    ES MEJOR NO SEGUIR CON ESTOS TEMAS.
    ULTIMAMENTE ME HACE MUY MAL.
    UN ABRAZO.

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  2. Si que es una gran palo cuando se van esas personas que tanto se quieren ,la nida a veces es muy ingrata , lo siento de verdad querida amiga . Un fuerte abrazo

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  3. A la distancia, lamento mucho tu pérdida.

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Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Me alegrará mucho que dejes un comentario, los leeré todos. Un beso.

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