No hace mucho que hemos cambiado de estación, así que estamos en esa parte del año en la que es imposible acertar con la ropa o el calzado. Amanecemos con 10º y al salir del trabajo a las 3, ya superamos los 25º, pero bueno, es algo habitual en esta época del año. El sábado pasado sr. marido y yo fuimos a comer a un restaurante japonés del que éramos habituales hace muchos años. Hay un plato que nos encanta y siempre que vamos lo pedimos. Sigue manteniendo el mismo sabor increíble, no ha cambiado absolutamente nada. Después tomamos un gin-tonic buscando el sol, porque a la sombra hacía fresco. También vimos unos coches antiguos, unas ferias con tío vivo incluido y dimos un pequeño paseo cuando el sol ya se estaba escondiendo. Esa es la luz de otoño, con su color dorado, cuando el sol está más cerca de la Tierra. Es bonita de ver, aunque también es cierto que para los conductores es horrorosa. Últimamente ha habido varios accidentes y atropellos por esa razón, así que por favor, extrememos las precauciones.
Os deseo un estupendo fin de semana.
Besosssssss ♥♥♥
esa luz del atardecer que se adelanta día a día es muy bonita cuando se pasea por un parque pero muy fastidiosa cuando conducimos, como bien dices muy peligrosa. En gusto coincido contigo en el gin tonic, de la cocina japonesa me gustan algunas cosas, prefiero la tailandesa, pero es agradable descubrir que cuando un local nos gusta especialmente, sigue allí como siempre.
ResponderEliminarEl otoño me gusta por sus colores pero odio que oscurezca tan pronto y no invita a salir...
un beso guapa
Acá estamos también con el cambio de estación, pero a la inversa. Toma varias semanas que el clima de estabilice. Yo ya empiezo a extrañar mi querido invierno limeño.
ResponderEliminarACA DE UN DIA A OTRO YA MAS QUE OTOÑO!!
ResponderEliminarHACE FRIO PERO YA ES HORA.
CHAUCITO
Sí, es bonito el otoño...
ResponderEliminar