Hablemos del frío

De un tiempo a esta parte, me he dado cuenta de que se habla constantemente del tiempo. En el trabajo, entre amigos, en el ascensor, entre conocidos que te encuentras por la calle. Hace años no recuerdo que se le diera tanta importancia a esto, o quizás no me fijaba tanto, puede ser... A ver, estamos en diciembre, las mañanas son frías y húmedas, los ojos te lloran mientras llegas a la parada del autobús, tus manos piden que las escondas en los bolsillos, subes la bufanda por encima de la nariz para calentarte en tu propio vaho, vamos lo que ha pasado toda la vida. De niña jugué a baloncesto, y recuerdo ir a entrenar con lluvia y nieve, y era lo normal, nadie se quejaba. Ahora me da la sensación de que cualquier pequeña inclemencia climática que nos afecte hace que todo el mundo se queje. ¿Nos hemos vuelto más blanditos o qué es lo que está pasando?

Ayer sábado fuimos al centro, y después de comer en un oriental que descubrimos hace poco, dimos una vuelta por Pamplona. El ambiente navideño empieza a impregnarlo todo. Volvimos pronto a casa, y después de cambiarnos vimos una película tapaditos con las mantas. La próxima semana es genial para los que hayan cogido puente, yo pedí fiesta el viernes, así que aprovecharemos para poner los adornos navideños, de hecho hoy mismo, el chico que ha preguntado cuándo íbamos a decorar para la Navidad. 

Os deseo una feliz semana ♥♥♥